Aprender idiomas a edades tempranas es de vital importancia si queremos que nuestros hij@s se sientan cómodos en ambientes internacionales y puedan conseguir sus titulaciones oficiales con el tiempo sin que les cueste ningún esfuerzo.
La mejor edad para aprender un segundo idioma
Si hay algo que verdaderamente queremos todos los padres es facilitarles a nuestros hijos las herramientas que estén en nuestras manos para que puedan aprender una segunda y/ tercera lengua desde la infancia para que simplemente las perfeccionen en la edad adulta sin que les suponga luego un gran esfuerzo. De esta manera podrán ver cumplidos sus sueños de una manera más fácil al poder alcanzar ellos solos sus objetivos con más rapidez que los demás. El mundo globalizado actual exige el aprendizaje de, al menos, dos o tres idiomas y definitivamente el inglés, el alemán y el español son una combinación maravillosa para facilitarles un futuro mejor.
Pero los beneficios de un bilingüismo precoz van más allá que adelantarse a una hipotética necesidad del futuro en sus carreras. Está demostrado que todos los niños expuestos a varios idiomas desde pequeños son mucho más creativos y desarrollan más habilidades que el resto. Aprender un segundo y tercer idioma ayuda a programar los circuitos cerebrales y con el tiempo será más fácil aprender nuevas lenguas en el futuro.
¿Cuál es el mejor momento para empezar con otro idioma?
La mayoría de expertos en Psicología Evolutiva coinciden en que una vez que los conocimientos en la lengua materna son suficientes como para que el pequeño sea capaz de asociar cada palabra con un objeto, se puede comenzar la enseñanza reglada de otro idioma. Es decir, no antes de los tres o cuatro años. En este momento de la evolución psicológica, el niño no ofrece resistencia a entender mensajes sencillos en otro idioma y a reproducirlos poco después, con una capacidad asombrosa para imitar nuevas fonéticas. Algo que, inevitablemente, se va perdiendo con los años si no se sigue en contacto con las nuevas lenguas.
Cuando se encuentran en la etapa preescolar, los niños retienen muy bien los contenidos de memoria a través de juegos, canciones y cuentos. Ellos no sienten la necesidad de saber cómo se escriben las palabras. El éxito de nuestro método para enseñar al pequeño radica en este punto: tiene que ser como un juego, algo que divierta al niño y le despierte su CURIOSIDAD.
En Hello! Languages intentamos que los niñ@s le cojan el gusto a los idiomas y lo disfruten. Tenemos que ser conscientes que los resultados se esperan a largo plazo y lo mejor será que se diviertan con una segunda y/o tercera lengua y no que la vean como una asignatura más con reglas y les pierdan el miedo a lo exámenes.
En la actualidad, ya hay numerosas investigaciones que demuestran que las conexiones neurológicas del cerebro de los más pequeños crecen considerablemente más si se exponen sistemáticamente a una segunda o tercera lengua lengua desde la infancia. Esta exposición que se recomienda sea al menos semanal, produce y refuerza las conexiones neuronales que facilitan su desarrollo intelectual, no sólo únicamente para el aprendizaje de los idiomas sino también para muy distintas áreas, y lo que es mejor, para toda la vida.